martes, junio 12

Profanos


 1. 
No hacia ni 5 minutos que me despedí de ti, de tu sonrisa, de tu calor. Me quede como siempre con un te quiero entre los dientes, un te necesito, con mi mirada vagando en tu camino y despedida. Creo que necesito de tu aire y de tus ojos para poder darle fuerzas a este motor incompleto que mueve mis articulaciones. Era uno antes de ti, pero contigo en mi vida me siento más que simples huesos dialogando con la perpetua soledad que nos inunda, tu risa es la mía y está en ella, aunque solo me encuentre en la trastienda de la tuya.


2.
No hacía más que perderme en ti mientras mirabas las hojas de tu cuaderno, escribías unos garabatos sin sentido que no arreglarían ni tu situación ni la mía, trataba de seguirte la corriente, reír junto a ti, mirar a través de ti, pero siempre me equivocaba y me lo hiciste saber, unas cuantas veces me castigaron tus palabras agrías y yo solo corrí negandolo todo, renegando de el cielo que es el único vinculo concreto que tenemos. 


3. 
Eran horas eternas en una parada de autobús, horas eternas en un mercado, horas eternas en una multitienda viendo como gastabas tu vida y la de los que te rodean, unos que te toman con más fuerza, otros que te toman con menos, son las 7 de la tarde y el día me ha sonreído sin parar, risitas siniestras de esas que despiertan todos tus animales, pero no son tu voz y mi cuerpo no quiere responder a otros ruidos que no sean los que me niegas.  

4. 
Esperaba volver a ver tus ojos, tu silencio indiscreto y como te mezclas con los demás solo resaltando más tu sangre azul, repugnante es tu perfume embriagador que a todos los que rosa envenena, ensarta en el cielo y perecen con risas y rimas elocuentes de una luna que tan bien te conoce, perturbante es  la mirada de ella que camina hacia el norte suicidando suspiros de miles de visionarios ebrios que tentados por las libertades de tus tierras buscan quedar sin sentido ante ti para que los reinventes, reescribas sus vida escribiendo tu cuerpo en el de ellos, ensordecedor el crujido de mis piernas que son derrotadas por tu sonrisa ajena que espero conocer.


 5. 
Suplicaba que no llegaras pero atenta tu puntualidad inequívoca contra mi tranquilidad, la seduce y pérfidamente clava las garras de tu presencia en mi alma, si estas frente mio pero no te quiero ver y como si fueras una pequeña gota transformada en cristal espero que lo inmaterial de mi sentir hacia ti sea mutuo pero me engaño nuevamente y tus manos cruzan mi cuello, solo soy el yo que cree que se puede escribir sobre piedra y bruscamente busque tallar mis palabras en tu piel, moldearte con mis manos en fino mármol, pero mis dientes te destrozaron, calaron en tu alma más de lo que calaron unas palabras prohibidas a un férreo creyente impío. 

lunes, septiembre 12

Eje de Libertad

Y ya van caminando entre arboles avanzando, siempre condicionados en mirar hacia delante, nada más se les permite ver, nada más se les permite conocer, tan solo hacia delante se les dice que pueden ver, encerrando sus mentes, encuadrándolas, sometiéndolas al yugo del liderazgo, al yugo de la superioridad, al yugo de una vida injusta, quizás feliz pero carente de sentido y "libertad".
Les dicen que esos arboles dan tranquilidad, que son una cercanía a la paz a la felicidad, pero nada de eso son, tan solo guardianes del camino, muros que no permiten ver más allá, muros que ensombrecen la realidad que enrejando la perspectiva del todo tan solo un poco te dejan ver, tan solo una pizca de la vida te dejan sentir, inundándote con el frío aroma de la primavera, con el éxtasis extraño de flores y verdes que se entremezclan con el paso del año, de la vida. De esa vida que esta encerrada y dispuesta a vivir, en el caso que desees poseerla y aprovecharla o como muchos otros dejar en la trastienda de los ojos y simplemente avanzar de la mano del destino, enjaulando tu vida a una que otra bella palabra que acompaña la supuesta "conspiración" hecha por una sombra superior que llaman destino. Destino es encerrarse en el supuesto, destino es entregarse a la libertad de un vaso sin agua. 

jueves, julio 14

Séptimo Piso

Hola soy una mentira disfrazada de sonrisa, llegue a tu puerta para comprar un poco de tu soledad, pero claro solo te ofrezco a cambio un poco más de lo mismo, esa es la moneda fría que poseemos, si tienes algo más, espero que sea del mismo valor si no lo es, pues quédate parado en esta puerta un rato largo más compartiendo tu frío con el del ambiente, con el mío, en fin. Prometo acompañarte y compartir mi mano con la tuya, prometo dejar que me escuches pero no escuchare lo que me digas, prometo pedirte de todo y no darte nada a cambio, prometo acomplejarte, maltratarte, humillarte y ayudar en que subas de pisos buscando la forma rápida de bajarlos.

Se ve el aliento en los vidrios y paso a paso se avanza en la acción de subir por el edificio, de huir de la vida ya cansado de soportar tanto paso errado, tanta oración mal hecha y además que no le correspondía a su receptor, el tiempo había pasado, no el necesario ni el justo, pero si el tiempo prudente, ya el ejercicio de seguir dando cuenta de actos de bondad había terminado, el precio fue alto, se sabía, se conocía desde el principio pero eso no hizo dudar el primer paso, las rodillas no tambalearon y este era el final de ese camino que parecía tan prometedor, tan lleno de sol y hojas secas, claro no terminaba en un plazoleta hermosa como se espero, termina en un ventana en medio del centro a varios metros de altura sintiendo el viento, jugando a serlo un instante antes de colapsar la vida de los transeúntes tiñendo de rojo su caminar, emocionando su vida, dándoles una pequeña historia que contar cuando lleguen a sus casas al final de la jornada, quizás conmocionando sus almas pobres al igual que la de la brocha que mancho su día, quizás con las mismas dudas inexplicables que se podían responder con pocas palabras, una oración certera que pocos quieren soñar.
Se abalanzaba sobre su espalda la mano de quienes si estaban dispuestos a soportar su peso sobre el de ellos, aunque no correspondiera, aunque fuera solo por la desesperación de haber alcanzado uno de los bordes. Los bordes del corazón se entremezclaban con la masilla de esa antigua ventana, poeticamente se hacían uno, uno eran y un ultimo serían, se perdió el reloj roto que esa persona lamentablemente había puesto marcha, estaba detenido cuando lo mejor hubiera sido que corrieran los minutos se ahogaran con los segundo adelantados y así colapsara el tiempo de manera trágica "que valiera la pena" su incomoda velocidad y así el detenerse tuviera un valor, pero no, su mano detuvo el reloj antes, sin ni una sola palabra, ni una sola explicación, tal vez una mirada, pero si un espacio, una ausencia en el momento menos oportuno, al igual que una tormenta estanca las calles con aguas lluvias y el viento arranca un poco la vida de las pasarelas, esta persona fue viento, se abalanzo y mordió todo lo que pudo, cambio cariño ciego por desdén,  ¿un kilo de plumas en verdad pesa lo mismo que uno de fierro?. La verdad acongoja y ahorca, la realidad se vuelve un misterio, un sin razón, las pesadillas ni siquiera entran en estos juegos y los sueños son abalanzarse por el cielo, surcar cada recuerdo, ver esas sonrisas, sentir ese calor nuevamente pero con forma de vereda, no son lagrimas lo que corre por el costado de tu cara, es rojo, amargo, poderoso, apestaste, embriagante, desde un séptimo piso el viento se transformo en su sonrisa, la vereda su abrazo y obtuviste ese sensación de ser uno con otra existencia, solo por un segundo. 

jueves, julio 7

Palabras Prohibidas

- Complicado es el amor
- ¿Qué amor?
- ...Todos

La sombra de los arboles amenazante se escurría, se juntaba con el negro reflejo de las ramas vecinas y formaba la noche, la banca estaba fría, el calor que casi la había consumido hace unas horas se había congelado en el tiempo, quedaba la imagen de fuego completamente helada carente de lo que la hace ser, dos mundos separados por la vista, por la mano tomada en espera de cortarse, separarse del cuerpo mutante y dejarlo ahí tirado pudriéndose con la mentira que los mantenía unidos, las falsas complicadas palabras que los hacían uno, que obliga a mezclarlos en un mismo cuadro esperando que terminen de asesinarse, en esta vida y en la otra, esa vida que escapa del control humano donde lo que valen son solo los actos de los amantes que se tienden una a una la herida, dejada como soga al cuello esperando que se rompa el delgado hielo de 5 mm de te amo. Con los brazos cruzados y la vista congelada, ensimismados en la luna, próxima a caer sobre sus pobres huesos ya rotos al escuchar las palabras que se asumen prohibidas, esas letras capaces de derrumbar hasta la montaña más alta. Cordones marinos tallados por algún dios prejuicioso del querer humano, él las creo y ahora como espadas se entregaron a los labios de cada uno, esos seres amorfos en la banca que una vez con sus labios crearon sombra y luz, ahora agonizaban sin poder levantarse del asiento, de la vida. Negados ahora, en silencio se supone que deberían de ponerse en pie y caminar, seguir con la vida que les cuelga de los bolsillos. Ahora con esperanza se deja esa escena en la mente, esperanza y milagros para los que cayeron y tratan de encaramarse al día.

sábado, junio 25

En Fin

"Y claro todo termina con una mañana nueva."

- Las mañanas no deben de ser iguales cada una debe empezar con una canción nueva, con una morisqueta que antes no hacías, weón debes de cambiar tu día desde que despiertas ojalá antes de que te acuestes, ¿recuerdas la volá de Einstein? "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" sigue con eso si no de aquí no te vas a levantar.

- Si, lo sé y trato de hacerlo, pero ya me pesan las piernas y la ganas... las ganas de verdad ya no sobran.

Puras letras imprecisas, ayer era martes por lo menos eso me dice el calendario, no se si es julio 23 o abril 12, he escapado maravillosamente del continuo del tiempo y he vuelto a ver el cielo con sus formas redondeadas deseosas de vientos que navegar y espacios para escapar, pero en fin, en fin esas malditas dos palabras que dan miles de significados con dos significantes a una forma de vida misma, a un espacio para recrearse, juegos de niños, nada tiene razón de significar ni un valor que lo sustente. Por este día el cuadro de la pared merece el suelo debido a que el abandono de los colores se hizo presente en el aroma de mi caminar, el olor a quererse se volvió putrefacto y he caído en la agonía de la simple historia de amor que todos llevamos a nuestras espaldas, se complica no llorar y el ver la ventana sin recordar cada árbol, sin necesitar el aire que emana de esa fuente, tratar de hacerse el fuerte mientras se derrumba la columna que tomando una mano creaste y en donde depositaste tus aspiraciones y el sello de tu vista por de un tiempo a otro, pero en fin, tocare por el resto del día la canción del en fin en búsqueda de un sol que amenice canciones y que sobre las copas de mis arboles secos, raídos por una poca de sombra en tazas de té les de luz a lo que me dicen los amigos, que me demuestren con la melódica tonada de sombra que desvanece que se puede seguir corriendo pese de perder una pierna, mi pata de conejo de la suerte que me acompaño un buen tiempo con tristezas y alegrías con el esbozo de una sonrisa, que en fin todo se soluciona, que nuevas columnas se pueden construir ocupando el dibujo de la anterior, que poseemos el arquetipo de la felicidad/gloria alcanzada un día frío de otoño viendo su reflejo en la ventanilla de la vida, en fin, en fin... fin.