lunes, noviembre 29

Retablos de la Mañana

Ya no era tarde, se había vuelto temprano tras la larga caminata nocturna desde un aquí, un ahora, un después, hacia la mañana del sábado. El sol se pronunciaba sobre nosotros, frío, muertesino, sus cálidas palmas tocaban nuestros rostros gastados, pegoteados, descascarados de alegrías y nostalgia suicida producto de la noche, de la entretención, de la botella de ron barato que apenas entre tres pagamos. La fría madrugada despegaba nuestros parpados, enfriaba nuestros huesos, entumecía los pies rotos de tanto caminar, de tanto correr en círculos escapando de nosotros mismos del él vagamente alcoholizado de anoche, escapando de nuestra noche que no conseguimos ahogar con el placer juvenil con el alcohol insistente en nuestra sangre, en nuestra alma que no sucumbió, que no murió por esta vez, condenada a recordar los actos del ayer. Tímidamente la luz que llega a nosotros pone en marcha el motor de la culpa, nuevamente nos ahogamos, nuestra alma pesa, pesa y pesa más, nuestra única virtud es la depresión la habilidad satánica, quizás regalo de Belcebú o de Dios, para caer en sombras insondables, profunda desesperación que rasga con descomunal placer nuestra violeta piel, llega al alma y la seduce, se deja seducir, y morimos, no es una muerte bella, no es el suicidio etílico tan bien recibido, es una muerte atroz causada por la culpa que nos aborda en esta ocasión, que nos ahorca con los "¿Por qué?" y los "¿De qué?, tantos bailes mentales que antes no nos increpaban, pero que ahora violentamente llegan con la fría luz de la mañana, este mal habido día que siempre llega de la mano del gran evento nocturno, que asumimos que vendrá sin darle importancia en el momento de disfrutar porque así son las cosas y así deben de quedar.

domingo, noviembre 28

Tu Alcohol es Miel de Abejas

Una fiesta al más estilo Santiaguino en la casa numero 3 del condominio. Ingenieros atolondrados buscando una razón para golpearse, para tener un poco de contacto físico entre ellos, para darse cuenta de que no están solos, aunque en realidad si lo están, no es nada personal dice Manuel, pero los Ingenieros siempre me arruinan estas vidas nos dice, a lo que respondo no sé, no me han arruinado la vida por así decirlo, me la han incomodado un poco ahora porque uno se me vino encima, como siempre. Es difícil estar aquí, respirar ya se hace complejo entre tanto cigarro, entre tanto sudor ajeno, entre tanto bullicio y vida nocturna, - no soy para esto!! - se escuchan los gritos de las minas en la pieza de arriba, un ingeniero. Se nota en el tercer año de las carreras quien es quien, se ven las caras, no es nada personal, como dice el Manuel, y aunque mis grandes amigos estén ahí se nota cuando uno es un Ingeniero o no, cuando solo tiene números en los sueños y cuando solo pesadillas con eso ha tenido, bien traumatico debe ser. Las ventanas por fin se abren y las manos se me escapan del cuerpo, buscando algo que beber, algo que hacer pasar por la garganta y que ojalá me queme por dentro, que ojalá me derrita un resto, para no mirar, para no volver, aunque siempre se esta aquí, es necesario indicarlo. Música, música, música?, no se si llamarlo música, la Macarena dice que eso es, yo no lo sé, no lo niego por que eso lo hace el Sergio, yo solo me quedo con que la música esta en la gente y toda esa visión linda que derrepente me hago de las cosas, esa visión que me costo formar, pero que logre tomar y hacer parte de mi día a día. Alcohol otra vez, que necesario te has hecho, lamentable situación, lamentable que eres necesario para todos, por lo menos para los que están apretándome en contra de lo que creo es la cocina, porque eso te hace importante, me gustaría ser como tu, me gustaría?, no lo sé , no quiero estar seguro. Ella, ella, ella, girando mi cabeza dilatando repentinamente mis pupilas la vi, ebrio instantáneo, solo verla significo una noche de esas perdidas y de muy mala suerte en el hospital vomitando, intoxicado con 2 policías a los lados contándote un cuento donde tomar es malo, solo verte significo una noche en el calabozo, solo verte significo baños sucios, zapatillas sucias, pantalones sucios, todo eso que acompaña la felicidad del vodka corriendo en las venas, eres el alcohol predilecto, el mismo aroma que ella, la que me espera mañana en la mañana a las tres de la tarde en los bancos de la plaza, triste no poder beberte, triste que te estén bebiendo, espero no sea un ingeniero para así no alimentar la paranoia del Manuel. Alcohol, noche, música?, golpes, baile, amigos, amigos durmiendo sobre ti, amigos vomitando sobre ti, tu sobre ellos, alcohol, tu alcohol, noche y música y una mañana triste de auto-descubrimiento hasta las tres.

Atentado Terrorista Al Corazón


Atentado terrorista al corazón
Sin razón, presuntuoso avanza
El ejercicio militar de llamas y tronar
Balas gastadas, rotas, son navajas
El entendimiento mueve tropas
El corazón se agota y llora
La paz de los gobiernos insostenibles
Del Alma impredecible
Nada deciden y rezan en vano
La muerte ha echado su manos
A vencer y torcer, solo para ellos
Que si se les permite ver

Corazón gastado, profanado
Por el amor es acribillado
El amor que lo viola a no poder más
Suspiro ido de pasión
Tras luna perdida en el mar

El sol no quiere que puedan ver
Los deja ciegos ante su poder
El que se pierda, se cae
El que se mueve, vive esa vez
Solo esa vez les es posible ver
Ante aquella impresión de Amor
Lo imposible que suele ser

Amores imposibles a todos lados
Imposibles por decisión propia
Capricho lento de movimiento
Egoístas de si mismos
Idólatras de los cariños
Que no se quieren perder
Que se pierden con querer

sábado, noviembre 27

Lecciones de "Guitarra"


Una caminata por la arbolada, una guitarra de compañía y escusa, unas notas nuevas entonadas por los corazones de ambos, una mirada torpe, una sonrisa sincera, el parque de hogar, la cálida tarde rodeando, abrazando el momento único e irrepetible como tantos otros, único e irrepetible perenne en la centro de ambos y de nosotros, una petición de aprendizaje, el grito sordo en el interior clamando por compañía, quizás ambos gritando por el otro, quizás ambos esperando este día. La invitación dice amistad, el corazón segura de su inseguridad está, sonrisa menor, nervios, duda, presión, ansias de correr por un mal que es un bien, por un momento de vuelo, las nubes en los pies y la luz por su mirar en mucho tiempo, esperamos que siempre pueda estar.

viernes, noviembre 19

Los Ríos, Los Cigarrillos y Los Inviernos

Ojos rojos irritados por el viento, el sol, el humo del cigarrillo, las lagrimas, la mirada perdida en un punto del infinito que tenia frente a sus ojos, las manos cruzadas símbolo de decepción, apoyadas en la barandilla del puente, grueso madero antiguo que soportaba desde ya hacia mucho el peso de las vidas que deambulaban de vez en vez sobre él, temiendo mojarse, temiendo nadar, con miedo a sumergirse en las hondas y frías aguas del rió similares a las aguas diarias de la propia conciencia. Ella, perdida, apenas sentía los pasos de los demás, no los escuchaba, no los quería escuchar mientras se ahogaba en el río, unas cuantas tablas no logran separarla de él, no logran salvar su vida de las violentas aguas, solo marcan la separación física de su acción favorita, solo limitan la idea de ahogarse y apenas sirven para crear un húmedo camino entre dos sitios separados. Le encantaba ahogarse, le encantaba enfriar su cuerpo en las aguas del río, río a sus pies convenientemente separado de ella, la distancia justa para transformar la metáfora del río en algo quizás un poco más tangible, un poco más alcanzable. Ahogarse cuando ya se había ahogado, cuando ya había tocado fondo, tocar fondo por segunda vez, llegar al fondo del mismo fondo, un fondo más real que el otro, pero la duda importante que abordaba su mente en ese instante era cual de los dos fondos era más hermoso, más peligroso y más doloroso, si el fondo de su conciencia o el fondo del río, bien sabía que las aguas más placenteras y las más tormentosas las podía encontrar a diario en su interior, el río más extenso, el lago más hermoso y el mar más basto era ella misma, lo tenia claro, pero pese a eso no le resultaban poco interesantes las aguas del río, aguas ya mezcladas con sus lagrimas de felicidad y tristeza, lagrimas que cada cierto tiempo no muy periódico terminaban formando parte de las aguas de este rió, como tantas lagrimas más también lo alimentaban, gran parte de las aguas de él estaban formadas por dolores, tristezas abrumantes y una que otra alegría extasiada. Perdida completamente en el humo azul del ultimo cigarrillo de la cajetilla, buscando a través del panorama las fuerzas para sobrellevar su día, aunque sea por hoy se repetía, aunque sea por hoy debo de dejar de llover, ya cansada falta de aire inspiraba lentamente el humo de su cigarro atenta a la metamorfosis que ocurría en su interior, disfrutando como el humo iba remplazando su alma, apagando el dolor encendido de esta, tapando la resiente herida que se había perpetrado, calmando su ser, drogándose para así escapar de esta tan gastada soledad, soledad acompañada , soledad mal formada entre gentes, soledad que nace de ella misma para morir en los demás, para morir en lo que se desconoce pero que a la vez es tan bien conocido por todos, esa agónica sensación que solo nos confunde, tan bien la confunde a ella y a los demás que ya no se duda acerca de eso, acerca de lo que es, no se explica, solo se siente y se trata de mantener ligada, encerrada a una palabra como lo es "amor". Ese era el problema, problema porque lamentablemente en eso se había transformado para ella, una duda tintineante, una indecisión perenne siempre presente en su consciente, en su mar tormentoso pero calmo por ahora, después de tanto caos que ella misma había construido, no tenia las fuerzas para crear un mar bravo dentro de ella. El humo ya la había reescrito y la había obligado a llorar, bajando la mirada, lentamente esbozando unas palabras para si misma - Puto cigarro, siempre el humo termina con mi vida y me deja en inviernos, lloviendo frente a esta poética vista de mierda - dijo mientras una ultima lagrima caía por su rostro y el cigarrillo se apagaba.

Un camino lleno de escombros, piedras molidas a sus pies, día hermoso, sol veraniego, calor abrumador y él en inviernos, llovía, llovía como ella se lo había enseñado hace tanto, llovía porque no tenía de otra, llovía porque era lo mejor que podía hacer en un momento como este, los eventos desafortunados de la mañana mal gastada se habían sucedido así, un saludo, un te quiero apresurado, seguido de un te quiero desesperado, finalizando con un te quiero por siempre, tristes latas eran pateadas con su andar, su andar nuevo porque desde ahora su vida se empezaría a pintar de nuevo, el simplemente esperaría la resurrección porque hace unas cuantas horas atrás su vida había acabado y nada podía explicar el sentimiento tan espantosamente sublime que sentía y sentiría lamentablemente por siempre, por siempre atado a ella, ella que se había quedado con sus cigarros, una chaqueta, su corazón, un par de libros, uno que otro trabajo de la universidad, unas horas de su vida, unos lapices de tinta, unos días hermosos y la razón para sonreír. Invierno esa era la estación actual de su vida, aunque el sol quemaba la ciudad y el verano se vivía a pleno, esa mañana el invierno se había adelantado, lo quebró, lo enfrío demasiado rápido luego haber estado ardiendo unos cuantos días e igualmente como un jarrón de cerámicas que es calentado y enfriado rápidamente, se rompió, estallo en millares de trozos con la llegada de este invierno, maldito es el verano porque sin él nunca habrían inviernos, nunca llegarían a su alma, si ella para él fue verano, primavera, aunque no lo quisiera reconocer, aunque lo reconociera a medias o completamente siempre le hubiera sonado a mentira, porque el mismo no lo creía, por temor al invierno no aceptaba el verano y prefería no especificar aquello y siempre terminar huyendo, corriendo, alejándose de esa realidad que el mismo había creado y que ahora extrañamente colapsaba, no se pudo sostener y falta de cimientos se hundió, terminando en el río frío de ellos mismos donde se ahogan, en el cigarrillo que poco a poco los consumía dándoles un nuevo respiro, y en los inviernos que entran en tiempo, inviernos veraniegos, la estación real de su corazón y muy probablemente del de ella también.

martes, noviembre 16

Vestíbulo

Fin del pasillo, primera puerta abierta ante sus ojos.

Quedo en la poética asertiva nada, absorbido por los pensamientos que con solo tocar el picaporte se entrometieron en sus adentros, los ensordecedores ruidos mudos de su mente, su voz interior, su yo un poco más razonante que ya ni le gritaba, no gemía, no le salia la voz y solo silencios ensordecedores, desgarrados gritos mudos de su inconsciente salían, que por esta vez, esta vez nada sabía, nada lograba ni logro sacar en claro, por esta vez solo pudo quedar sordo, ciego y mudo, empobrecido y arruinado de inconsciencia y sensación. Ni siquiera la hermosa sombra existió para cubrirlo, el frío abrazo de la penumbra no llegaba, no sería capaz de alcanzarlo, no sería capaz de sobrepasar las luces inanimadas del día que se filtraban en su hogar profundo, las ardientes congeladas caricias del sol que irónicamente lo acogían en su seno, una burlona expresión en el rostro del calor mientras lo rodeaba con sus ramas, lo abrazaba invitándolo a la locura, dándole el paso a la paranoia y el controlado y ordenado desquició, la perdida completa de enfoque y dirección, donde arriba deja de serlo permitiendo a la impetuosa duda supurante formar parte del yo profundo, del motor de acción.

Sumando y restando quedo algo que no vale, que no puede cuantificarse, que ya no se pierde ni se puede ganar , que se ausenta que por esa vez, que por esta vez y por las veces que vendrán, no encontrara tras esa puerta, no la volverá a abrir porque su motor se apago mientras giraba la muñeca, mientras el pestillo cedía y la puerta caía, mientras la habitación se abría de par en par quedando el ilimitado espacio cerrado bañado por el sol que estaba a su espalda, inundado por la sombra que brotaba de su piel y que se evaporo en el interior de la habitación cual llovizna sangrienta desparece con lo cálido de la tarde, por esto que no vale que no vendrá, que por ahora dejo de ser.

viernes, noviembre 12

Quedan Asientos


- ¡¡Tomé, La 18, quedan asientos!!

Concepción es una gran ciudad donde se camina envuelto en el bullicio de la vida y el poco tiempo para vivir. Siempre gritan, siempre se escucha por la calle larga del este la invitación a ir a Tomé, quizás cuantas veces se ha oído este grito, perdido en los oídos de transeúntes absortos de la existencia de ese lugar, despreocupados por el mar de gente que despobla concepción para ir a dormir a él.

- ¡¡Tomé, La 18, quedan asientos!!

Recorriendo este pasadizo siempre escuchando lo mismo, siempre conectado a él, esperando oírlo, atento a los colores de los buses que animan las calles, a diferencia de los monótonos buses que hay para recorrer la ciudad, estos al ser "interurbanos" parecen enormes peces corriendo por las calles, tragando cardúmenes de gentes que quien sabrá de donde salen, pintando la ciudad con colores luminosos para invitar a las personas subir a su vientre, cazarlos como los peces que son.

- ¡¡Tomé, La 18, quedan asientos!!

Tomé me es desconocido nunca le he dado importancia alguna a esa comuna dormitorio, poco interesante, de gente que solo vive en sus casas esperando ser tragadas otra vez por los peces de colores, vomitadas en las calles de la gran ciudad, formando nuevamente cardúmenes, despareciendo en los edificios, arrecifes de coral donde se gasta la vida, donde se pierde esta para ganarla más tarde.

- ¡¡Tomé, La 18, quedan asientos!!

Tomé es sinónimo de playa, a las playas de Tomé siempre llegamos, siempre terminamos en ellas después de recorrer el litoral, después de vivir el mar y de darnos cuenta de su inmensidad, playa, arena, sol, sol que se esconde, viento frió penetrante, 20:30 - 21:00 horas, ya es tiempo de largarse, desvincularse del mar volver a la cementada ciudad, nosotros siempre hacemos el viaje inverso, vamos en contra de la corriente, nos engullen los coloridos peces para ir a la gran ciudad no para trabajar si no para dormir, nosotros escapamos de la ciudad para sentir la playa, vivir el mar, no abandonamos la playa para supuestamente vivir la ciudad, por esto me parece que los tomecinos están mal, muy mal de hecho para abandonar el mar e irse engullidos a la ciudad.

- ¡¡Tomé, la 18, quedan asientos!!

Los peces deben estar felices, sus estómagos van llenos. No me preocupaba la gente del mar hasta que me tuve que preocupar por ellos, bastante absurdo suena pero así es. La percepción de la gente con sueños cambió, como todo siempre cambia, como cada vez que escupiendo al cielo terminamos escupiendonos en la cara. Pobre gente atochada en las barrigas de los peces, pobre de la gente que es exorcizada de su utópico lugar para venir a la gris concepción y volver a su lugar ahogados entre ellos mismos, entre las demás personas que sueñan.

- ¡¡Tomé, la 18, quedan asientos!!

Quedan asientos, van llenos pero siempre hay espacio, siempre queda un rincón que sirve para escapar del agobiante ritmo, siempre queda un espacio para ir a dormir y ver el mar, mar al lado, al frente a unos pasos, que suertuda es la gente que sueña, que tiene la inmensidad en sus pies, que puede sentirla cada día, contemplar lo hondo de esta, la profundidad absoluta, desconocida, el lugar donde nacemos y espero perezcamos, que suertuda esta gente que siempre tiene un asiento.

lunes, noviembre 8

Descuidos


No sabían como

No sabían cuando

No saben si era o no

Si estaba roto ya

O sino estaba

No se buscaban

Pero se encontraban

Se escribían a diario

Sin miedo ni esperanza


Esperanza... esperanza...


Nunca se perdía

Quizás solo no estaba

La crispación de los muro ya cansados

El agónico ultimo respiro de las teclas

Ya terminando la cena de los ojos

El manjar de la conciencia

Las palabras que se ven

La documentación que preparan para el viaje


El viaje...


El viaje que no quieren hacer, pero deben

Unos amores intransigentes, desesperados

Cansados, estirados demasiado por capricho

Diáfanos, oscurecidos forzados


Por capricho...


Enternecidos

Ya solitarios y gastados respiros

Sonrisas ausentes de risa

Susurro arruinado

De tanto y tanto bullicio

Ensordecedoras exclamaciones

De libertades arrebatadas

Por silencios triunfales

Plumas desangrándose a borbotones

Palabras agónicas de amor y superación


Nada que apreciar...


Agónica muerte esperada

Alegoriza lo que sabían

Como

Cuando

Si era o no...


viernes, noviembre 5

Caminante...


Frágil calor

desmesuradamente cruel

de infiernos

solo ver, así y más

nada puede encontrar

viajero de tierra y mar

andante de cansado caminar

muchas piedras ha de pisar.

Piedras ardientes, hirientes

frías, muertesinas

pálidas y relucientes.


Del infierno al cielo va

del infierno su hogar

al cielo su lecho

camina sin cesar

se detiene, se deja estar.

Nada hace y todo teme.


No carga con los demás

no piensa en llevarlos

egoísmo puro, idolatría barata

en un sistema que ya no aguanta

y que no lo aguanta.

Amarrado igual esta

el caminante del infierno

solo camina en busca del cielo

perdido esta en sus infiernos, su sistema incorregible, su caluroso hogar.

Negación a La Oración


Negación a la oración

en tres partes

una para la muerte

que siempre acompaña

dos para la espada

que antes se llevaba

pero ahora nunca es usada


Verso burdo

palabra facíl

suena asonante.

No se escribe lo que se piensa

se siente lo que se escribe

¿Lo sientes?


Mira atrás

mira adelante

¿Adelante no es atrás?

nada se entiende (ni se siente)

todo sobrando esta


Ya es la hora

de apartarse, solo largarse

¿Es la hora?

¿La viste bien?.

Reloj de horas baratas

gastadas y pasadas

quizás pisadas

siempre pasan y pasan

las veo, las siento

¿O no las siento?

pasan y solo pasan. Abrumadas

Nada


Nada que hacer en casa, salí a caminar por la gran concepción un día sábado por la mañana buscando nada, de verdad buscaba la nada porque lo primero que hice al salir fue caminar en busca de algo, algo que no sabia lo que era y que estaba seguro no encontraría, más aun eso quería, como no sabia lo que buscaba y tenia miedo de preguntármelo, tras recorrer una buena distancia decidí que buscaba nada y que trataría de encontrarlo antes de que el sol se ocultara o que me llamaran. No tenia tanta disposición de encontrar nada como creí al salir de mi casa. Como a eso de las 1 y algo me encontré en medio de un puente buscando en el grisáceo reflejo de las aguas mi nada, no se bien cuanto tiempo estuve ahí pero creo que amanecí 3 veces, no sabría como salir, ni como hacerlo para nadar en tan inhóspito lugar así que las posibilidades de saltar eran nulas, buscaba un cigarro en mis bolsillos pero no eran los bolsillos de cigarros, este pantalón no era el mismo que creí ponerme en la mañana, en esa mañana que decide salir a buscar nada, horas pasaban y yo sin hacer nada, como en mi casa pero con más luz, como en mi casa pero con más años sobre mis espaldas, terminaba el sábado cuando empece a caminar, cuesta arriba, cuesta abajo, pucha que cuesta. Lo sabía bien sabia que era un sábado de amigos abandonado, era un día que se camina solo pero acompañado por no caminar acompañado pero solo, para eso estaban los miércoles y quizás uno que otro domingo especial. Casas llenas, habitaciones vacías, una casa chica en la esquina, 2 grandes en frente, una casa en llamas y otra ahogándose. Me gustaba ver los patios que se asemejaban a bosques infinitos cercados, me gustaba ver la gente que corría, comía, dormía, cantaba, a veces soñaba, rezaba por fe o por deber, la gente que se creía segura en un sillón fortificado, con muros de tv y torres de libros, la gente que se incendiaba algunas veces sobres las alfombras que luego teñían con si mismos, me gustaba ver el yo que ellos veían mientras me reflejaba en sus ventanas, me gustaba tratar de imaginar que pensaban de mi, no por vanidad si no por tratar de ser el yo que ellos querían ver en mi cuerpo, pero este sábado no me gusto, este sábado buscaba la nada que siempre encontraba en mi hogar, el hogar que por nada deje para buscar la nada y que por nada volví a encontrarme con mi nada, que no encuentro ni logro descubrir, que se me escapa y nada puedo hacer, que huye y nada hago para que vuelva, y ahora sin más tengo que correr por ella, en busca de ella, corro por nada buscando nada y la nada que esta en todas partes no me sirve, su nada puede ser mi nada pero eso nada seria.