lunes, septiembre 12

Eje de Libertad

Y ya van caminando entre arboles avanzando, siempre condicionados en mirar hacia delante, nada más se les permite ver, nada más se les permite conocer, tan solo hacia delante se les dice que pueden ver, encerrando sus mentes, encuadrándolas, sometiéndolas al yugo del liderazgo, al yugo de la superioridad, al yugo de una vida injusta, quizás feliz pero carente de sentido y "libertad".
Les dicen que esos arboles dan tranquilidad, que son una cercanía a la paz a la felicidad, pero nada de eso son, tan solo guardianes del camino, muros que no permiten ver más allá, muros que ensombrecen la realidad que enrejando la perspectiva del todo tan solo un poco te dejan ver, tan solo una pizca de la vida te dejan sentir, inundándote con el frío aroma de la primavera, con el éxtasis extraño de flores y verdes que se entremezclan con el paso del año, de la vida. De esa vida que esta encerrada y dispuesta a vivir, en el caso que desees poseerla y aprovecharla o como muchos otros dejar en la trastienda de los ojos y simplemente avanzar de la mano del destino, enjaulando tu vida a una que otra bella palabra que acompaña la supuesta "conspiración" hecha por una sombra superior que llaman destino. Destino es encerrarse en el supuesto, destino es entregarse a la libertad de un vaso sin agua. 

jueves, julio 14

Séptimo Piso

Hola soy una mentira disfrazada de sonrisa, llegue a tu puerta para comprar un poco de tu soledad, pero claro solo te ofrezco a cambio un poco más de lo mismo, esa es la moneda fría que poseemos, si tienes algo más, espero que sea del mismo valor si no lo es, pues quédate parado en esta puerta un rato largo más compartiendo tu frío con el del ambiente, con el mío, en fin. Prometo acompañarte y compartir mi mano con la tuya, prometo dejar que me escuches pero no escuchare lo que me digas, prometo pedirte de todo y no darte nada a cambio, prometo acomplejarte, maltratarte, humillarte y ayudar en que subas de pisos buscando la forma rápida de bajarlos.

Se ve el aliento en los vidrios y paso a paso se avanza en la acción de subir por el edificio, de huir de la vida ya cansado de soportar tanto paso errado, tanta oración mal hecha y además que no le correspondía a su receptor, el tiempo había pasado, no el necesario ni el justo, pero si el tiempo prudente, ya el ejercicio de seguir dando cuenta de actos de bondad había terminado, el precio fue alto, se sabía, se conocía desde el principio pero eso no hizo dudar el primer paso, las rodillas no tambalearon y este era el final de ese camino que parecía tan prometedor, tan lleno de sol y hojas secas, claro no terminaba en un plazoleta hermosa como se espero, termina en un ventana en medio del centro a varios metros de altura sintiendo el viento, jugando a serlo un instante antes de colapsar la vida de los transeúntes tiñendo de rojo su caminar, emocionando su vida, dándoles una pequeña historia que contar cuando lleguen a sus casas al final de la jornada, quizás conmocionando sus almas pobres al igual que la de la brocha que mancho su día, quizás con las mismas dudas inexplicables que se podían responder con pocas palabras, una oración certera que pocos quieren soñar.
Se abalanzaba sobre su espalda la mano de quienes si estaban dispuestos a soportar su peso sobre el de ellos, aunque no correspondiera, aunque fuera solo por la desesperación de haber alcanzado uno de los bordes. Los bordes del corazón se entremezclaban con la masilla de esa antigua ventana, poeticamente se hacían uno, uno eran y un ultimo serían, se perdió el reloj roto que esa persona lamentablemente había puesto marcha, estaba detenido cuando lo mejor hubiera sido que corrieran los minutos se ahogaran con los segundo adelantados y así colapsara el tiempo de manera trágica "que valiera la pena" su incomoda velocidad y así el detenerse tuviera un valor, pero no, su mano detuvo el reloj antes, sin ni una sola palabra, ni una sola explicación, tal vez una mirada, pero si un espacio, una ausencia en el momento menos oportuno, al igual que una tormenta estanca las calles con aguas lluvias y el viento arranca un poco la vida de las pasarelas, esta persona fue viento, se abalanzo y mordió todo lo que pudo, cambio cariño ciego por desdén,  ¿un kilo de plumas en verdad pesa lo mismo que uno de fierro?. La verdad acongoja y ahorca, la realidad se vuelve un misterio, un sin razón, las pesadillas ni siquiera entran en estos juegos y los sueños son abalanzarse por el cielo, surcar cada recuerdo, ver esas sonrisas, sentir ese calor nuevamente pero con forma de vereda, no son lagrimas lo que corre por el costado de tu cara, es rojo, amargo, poderoso, apestaste, embriagante, desde un séptimo piso el viento se transformo en su sonrisa, la vereda su abrazo y obtuviste ese sensación de ser uno con otra existencia, solo por un segundo. 

jueves, julio 7

Palabras Prohibidas

- Complicado es el amor
- ¿Qué amor?
- ...Todos

La sombra de los arboles amenazante se escurría, se juntaba con el negro reflejo de las ramas vecinas y formaba la noche, la banca estaba fría, el calor que casi la había consumido hace unas horas se había congelado en el tiempo, quedaba la imagen de fuego completamente helada carente de lo que la hace ser, dos mundos separados por la vista, por la mano tomada en espera de cortarse, separarse del cuerpo mutante y dejarlo ahí tirado pudriéndose con la mentira que los mantenía unidos, las falsas complicadas palabras que los hacían uno, que obliga a mezclarlos en un mismo cuadro esperando que terminen de asesinarse, en esta vida y en la otra, esa vida que escapa del control humano donde lo que valen son solo los actos de los amantes que se tienden una a una la herida, dejada como soga al cuello esperando que se rompa el delgado hielo de 5 mm de te amo. Con los brazos cruzados y la vista congelada, ensimismados en la luna, próxima a caer sobre sus pobres huesos ya rotos al escuchar las palabras que se asumen prohibidas, esas letras capaces de derrumbar hasta la montaña más alta. Cordones marinos tallados por algún dios prejuicioso del querer humano, él las creo y ahora como espadas se entregaron a los labios de cada uno, esos seres amorfos en la banca que una vez con sus labios crearon sombra y luz, ahora agonizaban sin poder levantarse del asiento, de la vida. Negados ahora, en silencio se supone que deberían de ponerse en pie y caminar, seguir con la vida que les cuelga de los bolsillos. Ahora con esperanza se deja esa escena en la mente, esperanza y milagros para los que cayeron y tratan de encaramarse al día.

sábado, junio 25

En Fin

"Y claro todo termina con una mañana nueva."

- Las mañanas no deben de ser iguales cada una debe empezar con una canción nueva, con una morisqueta que antes no hacías, weón debes de cambiar tu día desde que despiertas ojalá antes de que te acuestes, ¿recuerdas la volá de Einstein? "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" sigue con eso si no de aquí no te vas a levantar.

- Si, lo sé y trato de hacerlo, pero ya me pesan las piernas y la ganas... las ganas de verdad ya no sobran.

Puras letras imprecisas, ayer era martes por lo menos eso me dice el calendario, no se si es julio 23 o abril 12, he escapado maravillosamente del continuo del tiempo y he vuelto a ver el cielo con sus formas redondeadas deseosas de vientos que navegar y espacios para escapar, pero en fin, en fin esas malditas dos palabras que dan miles de significados con dos significantes a una forma de vida misma, a un espacio para recrearse, juegos de niños, nada tiene razón de significar ni un valor que lo sustente. Por este día el cuadro de la pared merece el suelo debido a que el abandono de los colores se hizo presente en el aroma de mi caminar, el olor a quererse se volvió putrefacto y he caído en la agonía de la simple historia de amor que todos llevamos a nuestras espaldas, se complica no llorar y el ver la ventana sin recordar cada árbol, sin necesitar el aire que emana de esa fuente, tratar de hacerse el fuerte mientras se derrumba la columna que tomando una mano creaste y en donde depositaste tus aspiraciones y el sello de tu vista por de un tiempo a otro, pero en fin, tocare por el resto del día la canción del en fin en búsqueda de un sol que amenice canciones y que sobre las copas de mis arboles secos, raídos por una poca de sombra en tazas de té les de luz a lo que me dicen los amigos, que me demuestren con la melódica tonada de sombra que desvanece que se puede seguir corriendo pese de perder una pierna, mi pata de conejo de la suerte que me acompaño un buen tiempo con tristezas y alegrías con el esbozo de una sonrisa, que en fin todo se soluciona, que nuevas columnas se pueden construir ocupando el dibujo de la anterior, que poseemos el arquetipo de la felicidad/gloria alcanzada un día frío de otoño viendo su reflejo en la ventanilla de la vida, en fin, en fin... fin.

sábado, junio 11

Coincidir


Estuve buscando las horas perfectas, las horas que coincidieran con las tuyas, con tus ojos, tu sonrisa, estuve buscando los minutos, el sucedáneo del tiempo, unos sentimientos era lo que buscaba, tu calma, tu saludo, que me cuentes como estuvo tu día y que me preguntes por el mío. Sonrisas eso se espera bajo la lluvia, no un techo o calor, no es necesario secarse las gotas, hace bien mantener ese peso en los hombros un poco en los brazos y las calcetas, lo mejor que pueden mostrar los días de nubes negras es ver como caen, cae, desparecen convertidas en las lagrimas del cielo inundando la tierra, separando los caminos con lagos artificiales, donde con los pasos que damos sobre ellos rompemos el reflejo del yo andante, del yo que te esta buscando al fin y al cabo, el yo que se atrasa, que vaga, que se inunda con cada movimiento de tus manos, con cada esbozo imperfecto innatural que pueda hacer tu rostro, a ver si me toco a mi esa expresión, a ver si me das un poco de esa luz. Quiero que estemos en el parque, en las nubes, todos los lugares que guardan un poco de mi soledad e inseguridad, quiero que seas mi música y no andar errando y vago por tu camino, quiero que nos encontremos pero no nos separemos que estas veces que coincidimos sean perpetuas quiero que esto que recorremos sea así encadenando tu mano en la mía por siempre sin miedo a la linea de meta, a la puerta de tu casa, quiero que seamos una noche y todas las horas.

sábado, mayo 7

Transmutación

Entre cuatro paredes se encontraban, ahogados, ambos con sus espaldas hechas una, la tierra ya estaba seca, quemada, muerta, habían quedado en el borde de los silencios y sombras, después de haberse paseado con la orquesta de alegrías nocturnas, que inundada había dejado la cuadra, las calles, la ciudad entera que navegó por ella y ahora la luz naciente del sol de jueves, expectante se asomaba a la ventana y contemplaba la tierna escena que ahora empezaba a desaparecer, solo era apariencia, una primera escena, una mentira hecha fotografía, pues solo era uno de esos amores cuya mecha se enciende solo por una noche, durante la velada de copas y pecados, de gritos de histeria y "algo más". Ese olor a "algo más" estaba pegado en las murallas y ahora caía, se escurría a través de la luz dirigiéndose a la cocina en busca de un café, una aspirina, una pastilla para los amores y una despedida, pero el olor no se quería despegar de la cama porque temía, temblaba de terror, con miedo a que el fuego encendido que más de 3 días no debía de durar, permaneciera encendido, tenia ganas de eternizarse, su nombre se había fundido en su pecho, se había hecho 1 con él y si abandonaba la cama sus piernas se harían polvo y tristemente caería. Ya había pasado por ello y no tenia ni las ganas ni la fuerza para repetirlo, se reiteraba de sol a sol no abandonar su camino que había marcado todas las noches con la orquesta intransigente que toca sus pocas desgastadas piezas, algunas perfectas y otras simplemente ambientales, que perturbaban sus pasos y su noche. Algunas de estas canciones pasaban y se lograban olvidar con el café y el agua fría de una ducha, inundando el olor de cuerpo y devolviendo la facie a su historia diaria, su ritmo de sonrisas y buenos días, dejando lo de la noche para la noche, lo del baile entre bailes y lo que es de las copas, bueno que pasen un poco la puerta del día para que se acomoden junto al sol.

Y quedaron vestidos de azul al verse, al abrir sus ojos y sentir el olor a caramelo de las alegrías que ahora inundaban sus rostros, que ahora los hacían estremecerse y cuando decidieron juntarse, cuando la mano de él avanzo temerosa de sufrir a tocar su cara se dio cuenta que era de papel, si, ella se había vuelto una hoja por la impresión del amor y el nombre de él y las situaciones que su alma quería ver se empezaron a escribir por su cuerpo, se formaban poco a poco palabras de amor, de regaño, de rutinas, un "buenos días mi amor hace hambre", un "responde vida mía donde te estabas escondiendo", un "mi vida tu eres el lápiz de este cuerpo me estas gastando las hojas de la vida pero feliz porque siempre había esperado tus trazos", un "porque huyes, no te alejes, suelta ese encendedor".

Incendio, una departamento barato del centro en llamas, unas azules, otras amarillas, una que otra llama verde de esperanza, un camino, un auto y nada en la mente pues el miedo era fácil de quemar cuando se convierte en papel y porque algunas letras no le ganan al miedo de comenzar con algo que ya había salido mal una vez y que no tenia ninguna razón para no repetirse. La orquesta de la noche toco una canción de papel y la esperanza lo hizo realidad aunque el miedo lo quemara al final.

Punto Seguido 2

Era como el paso nublado de los días de invierno a través de cuadros, fotografías de un mismo lugar, en un ventana quizás, y un parpadeo era un día. Todos pasaban uno por uno sin que cambiara la imagen de posición, es que ya no importaba que esas sabanas que alguna vez fueron blancas ahora brillaran de amarillo, se podía ver el sudor de días, de hace un mes cuando cenaron con vino y flores, de hace dos semanas cuando entre suspiros él se fue, dejando la puerta del departamento abierta, ventilando su esencia, esperando que los recuerdos lo acompañaran para que no le causaran más heridas a ella, para que no se ahogue en los sollozos que ya le había regalado y que ahora seguirán fluyendo pues la llave de lamentos quedo corriendo cuando deicidio salir por esa puerta, cuando la moneda que lanzo salio cruz y el destino quiso que buscaran entre ambos a solas una soledad más sana, que se gastaran sus almas con otras personas, cuando él eligió perdonarse por si mismo sin importar el amor de ella, que ahora dentro de un cuarto vació veía pasar el cielo por su pelo, dentro de su cuerpo vaciando el aire de amor que la llena y que ahora queriendo escapar destroza su ser. Él escapando entre las hojas se aleja y es viento y llega a ella y ella a él y el lazo que ahora los une es la ausencia de ambos el perdón a medias en pocas letras.

miércoles, marzo 30

Rehusar, Evadir y Volver


Te miro, te siento
Me alejo
Rehúso y vuelvo
Camino a destiempo
Te busco y me quejo

Son tres ventanas las alumbradas
Tres luces cálidas las de hoy
Tres luces calmas que se apagan
Tres ventanas, todas conmocionadas

Todas las señales perdidas
A través del verbo esperadas
A través de eso que llamas piel
Todas han sido expelidas

Te miro, te siento
Me alejo
Rehúso y vuelvo
Me escapo en tu aliento
Me detengo, sigo cayendo

Palabras baratas sobre la pizarra
Escritas con letras de tierra
Tierras desconocidas en mar
Generando amores de terraza

Adán hijo de barro
No espero que tus tranquilas manos
De tierras de acogidas
Hayan pasado por soledades ajenas
A la voluptuosa pérdida
El cariño flores de vinos
Aroma de jardín
casa del edén, tierra santa
Pecados de alusiones claras sobre estas
Alusiones sobre su tierra
Alusiones de la tierra

Mano fulgurante de valores claros
Silencios tranquilos de apoyo
El miedo estupores baratos
Ojos perdidos tras esos cómo

Te miro, te siento
Me alejo
Rehúso y vuelvo
Barro corazones vagos
Esperanza de soles, claro




viernes, marzo 25

Punto Seguido 1

No sabía su nombre y no quería saberlo, buscaba perdidos y no dejaba de caminar, veía su rostro en cada nube y todos los cielos que la acompañaban. Tenía el descaro de gritar ese nombre ausente, vagamente perdido entre búsquedas, basto de dudas y vacío de pasos, las zapatillas gastadas tenían el brillo de los zapatos exitosos, esa chaqueta con olor a noche, no olía mejor que el traje de glorias que llevan los guerreros innecesarios, luces en la corona, todo el basto vacío iluminado con la canción de ese nombre, ojala mordido en la lengua, ojala cayado, pero pese a todo los intentos graciosos de búsqueda, el nombre permanecía ignorado, bailaba en la sombra de su registro vocal, en las danzas maravillosas que sus brazos/ramas llenas de hojas secas hacían cuando navegaban el viento, delante, sometiendo su mirada y la de los demás, bañando con su aroma todas las demás hojas, dejándolas secas de conocimiento, nombrándolas y escondiendo su nombre entre los demás. Perdidas pistas entre sonambulismos, andares perdidos, perdido el encontrado, encontrando su nombre, todas los posibles fueron gritados, todas las hojas fueron llevadas y escondidas a los ojos, como por placer crepuscular, el nombre de luna, las estrellas anheladas, fue dicho y cayo el cielo, giraron descontroladas todos los suelos, se hizo viento, se formo polvo y murió el perdido, dándole paso al "dejar de ignorar".....esas letras sagradas se fueron sucediendo, anhelando a medida que se formaba un baile.

sábado, marzo 19

Te voy a contar un cuento

Hey Tu! La chica de ojos cielo piadoso y sonrisa de mujer fatal, te voy a contar un cuento.

Tratábase de un chico azul que buscaba y no encontraba, que esperaba y nada ni nadie le llegaba, que creía en mentiras y rehuía de las verdades que sus ojos negados por las aves no veían y menos el intento de hacerlo, hacían. Este chico azul del que te relato de cuando en cuando se enamoraba, de vez en vez, ciego como estaba, se dejaba llevar por un ritmo, por un aroma a flores con lluvia que le llegaba a sus narices y golpeaba su frente, persistente como lo es la esencia de mujer, se le clavaba entre ceja y ceja, y perecía por días, dándole forma, tratando torpemente de hacerlo, de entender a ese ser que lo rodeaba , lo tenía encerrado bajo 5 llaves, dueña de los sentidos del chico azul. Y él sin saber lo que hacía, dudaba, torpe como todo hombre se preguntaba sobre el pie derecho, sobre la mano izquierda, sobre el pelo y todas las dinámicas que estos hacían, se embriagaba con cada gota del perfume amor que ahogado ya lo tenía, y como burro solo rebuznaba, tonto, tonto, tonto este chico que todo temía, todo preguntaba.

Un mal día (porqué buenos parece que no podía ver) salio a buscar otra vez, se sentó en un local nocturno donde la vida toma precio a cada minuto, donde la vida sabe a cualquier sabor y toma el antojado por el vaso, miles son las opciones para esos lugares, y sentado sobre soles, lleno de lunas y amargado entre la duda y el quehacer, vio una chica ojos cielo piadoso, sonrisa de mujer fatal y le contó un cuento sobre un chico azul.

jueves, marzo 17

Oh! Soles faltos


Oh! camino mío
Gran gastado rojo
Esperanza de soles acalorados
De colores separado

Tardía vista nunca alcanzada
El sol su camino de esperanza
La luna una espera llena de daños

Oh! sol mío
Buscando y perdido
Encontrando el cielo
Encontrando el silencio
Encontrando el no buscado

Llenas las esperanzas remordidas
El color piel alcanzando sus piernas
Un silencio más en espera
De ese cielo oscurecido
Ya alejado de mis tierras
Ya desarraigado de lo que se llama conciencia

De la luna ya vacío
En esperanza canta cada pura palabra
Alabando esa luz efímera reflejo lunar
Espejos rotos, trizados trozos de tu sol mio

miércoles, marzo 2

Sabor de Invierno a esos Cuentos

El sabor amargo del ultimo gajo de naranja, ese olor que queda en las manos que sientes con todo tu cuerpo y se confunde con el perfume de tus pensamientos, sabor a verano en pleno invierno, las frutas de temporada quizás en desacuerdo con su sabor a alegría, pero puede ser que la naturaleza lo haya decidió así un poco de frescura, de acidez para los días de frío antes de la primavera dando así una bienvenida al año floral, claro con algo de amargura al final.

Las mismas canciones suenan en la radio desde que la encendí en marzo y la deje de esa forma hasta hoy para llenar con un poco de vida las cuatros paredes vacías en las que me encuentro, creo que es agosto como el 17, el cielo tiene pinta de miércoles así que pasa la basura, en verdad tengo poca basura en el tiesto la mayoría la llevo dentro o adornando mis cosas, no estoy seguro de la hora en que se me descargo el celular, hace como un día creo que ocurrió y no se me ha dado el tiempo de cargarlo. Suena el timbre, es la Cami, que me viene a buscar para comprar unas cosas y comer unas verduras pocas escuchando algo como rock. La verdad es que hace días que no llueve pero sigo con la idea de lluvia en las calles, en la puerta del edificio, en la del trabajo al que no voy hace un mes, lluvia en todas partes limpiando las calles, aunque por lo que me dice la Cami es un día gris, nublado con olor a sueño y estufa, yo prefiero que llueva, que se haga un mar en esta ciudad y vea tranquilidad a mi alrededor, el sueño de nadar calles, plazas, parques y viviendas y no dejar que nada se interponga en mi camino, yo interponerme en el camino de los demás, pero al fin es otro delirio que viene y se va como la misma lluvia o estos días grises. Llegando a la tienda nos saluda la señora de todos los días, debe de ser religiosa o algo, siempre esta ahí viendo a la gente, estudiándola, quizás formulando conclusiones acerca de la vida de los visitantes del pequeño minimarket, armando cortometrajes en base al numero de panes que compran, el tipo de fruta que escogen y las bebidas que toman, calculando los sueños de los demás de la misma forma que yo calculo y trato de averiguar los míos, me gustaría encontrar el sitio web donde están escritos mis sueños, los de la Cami, los de los demás ese sitio donde se guarda la información de cada cosa que pasa por nuestro ojos, donde esta una imagen de cada pensamiento errático que concebimos, me gustaría encontrarlo de verdad, pero en esta bolsa solo hay un par de lechugas y unos tantos limones.

Cuando salí por la puerta de la casa de mi amiga sentí un frío ajeno, el que ella tenia, se me había pegado y con la música que llevaba creo que aumento, muchas voces, muchos ruidos, 2 perros callejeros, 3 escolares callejeros, 4 oficinistas callejeros, no me dejaban transitar tranquilo, tome un bus o 2, iban llenos, llenos de gente que llevaba horas en ellos, días, años ya tenían un hogar en estas maquinas y vivían tranquilos, tranquilos con el mismo miedo hacía los demás que sentían en sus casas, ese terror periódico los centraba y les daba el alivio de temer siempre, apoyados contra los vidrios, como buscando algo en ellos, eran la almohada de muchos, quizás más sueños tenían en estos asientos que en sus propias camas, claro volver al hogar algunas veces se volvía tedioso y entre los reproches de la vida estática encerrada y los reproches del bus eran mejores estos, tenían movimiento, así que a soñar se dedicaban muchas de estas personas, reflejadas en las ventanas, me reflejaba yo y me veía como los juzgaba como la señora de minimarket sacando las conclusiones apresuradas del viaje a cada uno, haciendo que vivieran la vida que yo quisiera para ellos. Lleno de ilusiones sobre estas personas vi unas flores rojas, eran rozas creo, acompañadas de un de los personajes del bus, tenia la mirada perdida en sus zapatos, parecía que tratara de repetir con sus ojos las vueltas que dieron sus cordones, los pasos que llevaban sus zuelas, como tratando de evitar esos pasos, me dio por creer que había errado con esas flores, que lo habían decapitado con una negación, con unos ojos seguros de independencia, con una sonrisa perdonable como tantas veces ya había pasado en la historia de estos hombres, pero quizás la historia que traía en sus espaldas podía bien ser una graduación, un funeral, un amigo en el hospital, no sé mil cosas podían ser las indicadas menos mis creencias, tan errado he estado de la realidad que aventurar en vidas ajenas ya se me ha hecho un delirio de grandeza, como cuando uno pierde y quiere seguir perdiendo para que ganen otros, para que gane la persona que uno quiere ver sonreír con esos juegos, juegos como luces, luces como ojos, fuego, fuego todo terminaba en un semáforo en rojo, en una cara, un recuerdo, otra historia, otro cuento ajeno a al mio que no quiero contar, que me tiene encerrad desde marzo siendo el invierno con unos gajos de naranja para decir: "este es el sabor de la vida, dulce al principio, amargo al final"

domingo, febrero 20

Cigarrillo de Medianoche


El sabor triste de un cigarro a medianoche es capaz de envenenar cualquier amor, secar el corazón tarado que se llena de dolores y letras innecesarias, incinerar con el tibio humo el hielo nocturno que inunda el alma en duda, llenas las venas de miel agria esa miel tan bien elaborada en los panales del amor.

Lejos con el humo mezclado en su sangre, con llamadas en las manos y la chaqueta llena de salidas, llena de ganas de noche, ganas de ahogarse con la gente que siempre acompaña, amistad por copas y baile, dispuesto el plan y las llaves, dispuesta la noche a aceptar su entrada melancólica en excesos. Todos sus demonios habían escapado esa noche, las animas encerradas en sus adentros, detrás de la gran puerta de hierro de la conciencia, alimentados por el placer empezaron a danzar en la piel de su rostro, sus manos, escaparon con violencia llenándolo de llagas y pintando el manto blanco de su cuerpo con pequeñas gotas rojas, rojo color vino el de su sangre, el de su locura, la noche ebria como tan solo ella misma podía estar, se prestaba para todos los excesos nombrables por el hombre, la marcha empezaba y la locura volaba en cada exhalación, en cada respiración que se gastaba en el cigarro y lo consumía, como la vida misma, se iba quemando paso a paso sin mirar atrás y sin tratar de recuperar gestos perdidos, unas cuantas veces desperdiciados en los ojos de otra persona.

La rumba marco la pauta de la noche, de los alientos, el ir y venir de copas, gente, fantasmas, los locales repletos de sueños y alegrías, tristeza en algunos rincones, risas y llanto en los baños, todos al ritmo de la música, ocultos en las luces de neón, bailando entre los cuerpos, diluidos entre estos. Así se acaba el humo de su ser, entre las noches de cada una de las almas que lo rodean, entre cada trago y cada baile, entre cada sonrisa, mostrando buena cara al mal tiempo, mala cara al bueno, bailando olvidos y olvidando unos cuantos bailes y sucesos de los porque no arrepentirse entre risas.


martes, febrero 15

Dibujando


...¡¡Yo también puedo dibujarte!!... Yo también soy capaz de trazarte, pero mis trazos son diferentes a los tuyos, los míos se enroscan y enredan, se trenzan toman valores y tonos igualados, toman lo que ven y le dan el valor propio correspondiente a cada palabra universal, mis trazos se tiñen de tus colores, los NOMBRAN, te nombran y ese es el valor de mis dibujos y el que torpemente te puedo otorgar...

Costa

¿A que Hora ya no importa?, ¿en cuanto tiempo más caduca el significado?, esas eran las preguntas que la tenían frente al mar, ante ese frío cuerpo lleno de significantes y posibilidades absolutas, mareadas en ellas mismas. Mucho caminar, millares de pasos había entregado al polvo, a la duda, a la búsqueda, a las respuestas conocidas que poseía sobre esas preguntas pero que se le perdían, enredaban con tanto tramo que podía usar y tantas amarras que bien cortar o anudar tendría por hacer, pero ahora la mirada se dirigía más allá del brillo del sol reflejado en las aguas, la mirada se había vuelto más extensa, más completa y con esta alcanzaba su casa, su pieza, las mil y una cartas de él, los millares de letras que invadían de cuando en cuando su cama, cuando revisaba su pasado, esa linda historia que le habían contado que era suya, lejano era ese tiempo, aunque solo hace 3 o 4 días hubieran terminado, porque el tiempo toma valores diversos frente a cada hecho y generalmente para los de esta naturaleza tiene el capricho de alargarse, de eternizarse para quizás opacar los recuerdos, empañarlos con las lagrimas que nacen al despertar, con esas lagrimas en esencia puras, livianas al no traer el peso de los sollozos, el peso de nacer, de solo concebirse en la entrada a los ojos y de ahí no poder correr por las mejillas besadas. Lejano el frío ya había alcanzado su cuerpo, su pecho, entumecido sus huesos y ahuyentado su sombra, muerto el sol, solo la noche la acompañaba, el estrepitoso llanto del mar se hundía en la arena y ella todavía de pie sin poder abandonar el lugar donde descansaba su aliento, atada a esas piedras, se confundía con la noche, con el cielo azabache y con el llanto del mar. Gritos desesperados, desamparados volaban en el salado aire costero y la muerte que tantas puertas esa noche había tocado decidió saltarse el pecho de la muchacha, decidió tomarla de la mano y hacerla dormir, a la mañana siguiente el sol poético de excesos calentó los secos ojos y la acompaño a ella al día a día, el día de alegría, el día sin pasado porque todas las lagrimas se habían confundido con el mar, porque todas las lagrimas habían arrancado el recuerdo y se esparcían en costas nuevas, dándole la bienvenida a las aves nuevas que pian en los puertos.

miércoles, febrero 9

Manzanas rojas atrás de el Tiempo


Manzanas rojas, la costa calentada por el sol, un lápiz a medio gastar, hojas blancas cayendo de un edifico, las gotas formadas por el roció en las ventana, un auto mal estacionado, el frió de las cordilleras, una sonrisa apenas entregada, el sonido de las olas arribando, un gato de balcón, las ultimas gotas de alcohol que caen de la botella... Manzanas rojas...

Una vida, una mañana, un día de escuela retrasado con él trabajo, poniéndose a la hora cuando el tiempo ya paso y el bolso se volvió un maletín lleno de documentos importantes que nada en realidad significan, que nada en realidad hacen por los hombres ensopados dentro de sus ternos, de sus autos caros gastando, costeando la vida de sus esposas como canarios reinas encerradas en palacios de decimos pisos o condominios con guardia real, los autos carruajes llevando nada más que tiempo, siempre corriendo, secando las hojas creando el otoño, arrastrando tras de si las horas,días y años, con la vida colgando a las espaldas apenas sosteniéndose del cuerpo evitando caer en cada curva.

Manzanas rojas, la costa calentada por el sol... Manzanas rojas...


sábado, enero 29

¿A Que Te Sabe La Noche?

Caminaba perdido en busca de una estación, una ultima estación que me saque de estas tierras, las fogatas de alcohol acumuladas en las piernas, las que me quemaron lentamente durante toda la noche me juegan en contra, se me ha complicado bastante la ruta, como que se ha alargado el camino desde que salí de ese hermosamente horrendo lugar hasta acá, la linea férrea misma, vientre de acero hirviendo que espero me lleve a un sitio desconocido, me traiga un poco de paz, claro consideremos todos los tipos de paz, todos los hechos apagados ya se sucedieron de forma extraña y repentina, como siempre ni siquiera alcance a enterarme de ellos, solo me reventaron la cara y caí de espaldas al suelo, agonizante mi mirada perdida en la de ella, estaba en el techo estoy seguro, estaba en el vaso, en el baño, en los arboles que ahora se mueven con el frío viento de la madrugada, esta su cara bella en el sol que todavía no sale, que se oculta en sus ojos y se pierde en su vientre, en el mio. Miro hacia abajo, veo mis pies, tanto han caminado, tanto han corrido por mi que debería de dejaros libres, dejar que crezcan sus alas y libres vuelen por mi, que lleguen hasta el cielo y que nunca caigan, que nunca vuelvan a tocar este suelo y que nunca más se quemen en las fogatas alimentadas por Ron que los limitan y atan. Ya definitivamente perdido, vagando en la ruta, ruta soledad, ruta vieja, ruta amistad, todas las rutas, vagando y perdido, perdido y sin más nada empece a recordar todos los rostros amables que me dieron una dirección y un lugar al que llegar, todas las manos que me permitieron estar, aunque sea por breves atropellados momentos, redundantes adjetivos y variados calificativos para la misma comida, el mismo cálido sentimiento que apago de vez en cuando por miedo a perderlo, quizás debía de haberlo cogido y guardado en mi refrigerador, preparándome un poco de él cada mañana y así disfrutarlo siempre con el sol nuevo, con el sol esperanzado.

Ya por fin empezaba a salir el sol, lento, venia cansado como si no hubiera dormido esta noche y hubiera caminado lo mismo que yo en busca de él, quizás nos buscamos y de espalda nunca nos encontramos, ya habían pasado 3 trenes cuando llegue a la estación, 3 trenes que no me vieron y que al igual que yo venían en busca de carros y habían recorrido la linea solo para llenarlos con su presencia, con su olor a noches, con todos los olores posibles para estas.

miércoles, enero 19

Punto Aparte


Desvaneciéndose entre los arboles y caminos escritos en el horizonte, él caminaba muy erguido ensimismado, parecía que las formas de la mañana se escurrieran a través de su rostro, de su vista, más allá de los pasos cansados que lo guiaban por un camino descendente hacia la costa, solo los pies le permitían el libre albedrío de movimientos, pies de bailes, tenían la peculiar sombra de la noche de gozos y entretención, lo suficientemente alejadas como para que sea un novedad el encontrarlas, vivía y moría en cada paso, veía la luz y quedaba enceguecido con la sombra, ya cansado decidió sentarse y esperar que el mar viniera hacía él, ya cansado decidió recostarse y esperar que la noche viniera hacía él, ya cansado decidió pararse y esperó a que su cuerpo caminara por él, espero muchos años en una mañana, el tiempo relativo a los sentimientos paso, se desvaneció como él lo había hecho y cayendo a su pies él estiro la mano para darle sentencia, apretando el tiempo en la costa mientras unos niños lo veían con gran emoción, él perdido de los bosques escribió la ultima letra y marco con su cuerpo en las aguas un punto más para seguir con nuevas viejas ideas.

lunes, enero 17

Nubes...


No eran los silencios lo que preocupaba a las Nubes, era el ruido ensordecedor de su presencia, sus labios descarnados de tanto Amor entregado, Amor equivocado, sufrido, desesperado, Ahogado en lagrimas azules dulce mar de sus ojos gastados, dulce piel morena de playa Asolada y Soleada, cabellos negros de coral, aroma muerto, aroma perdido, su presencia inalcanzable, muerte! para los simples videntes que vagan a su sombra pidiendo un poco de su Luz...

domingo, enero 16

Fuegos de Artificio


"Lo que elegimos... en nombre a eso debemos de guiarnos"

Luces violentas estremecen la noche, la acalorada ultima velada, desafían al sol con sus brillos intensos de alegría, de vida desatada, por fin dando respiro de libertad, gozo, alcohol, familia, amor, sonrisas, sexo, baile, nuevos horizontes y viejos también, la bienvenida al año que inicia en la penumbra recibiendo los días de agotador trabajo, trabajo nuevo igual que el antiguo ahogando las manos, los ojos y oídos de las maquinas ciegas con olor a humanos que disfrutan esta noche.

Bienvenida es la luna que acompaña cada día su transitar peregrino por las calles de Pucón, en el casino todo es fiesta, en el lago todo es fiesta, en las calles todo es fiesta, no se da el espacio para su duda, para la nostalgia, solo quisiera estar en santiago acompañando a sus amigos, quizás un poco a su familia, pero aquí en este preciso instante sola se siente aunque este acompañada. Las 3 de la mañana siempre vienen acompañadas de las 4 y así se termina la noche, solo la duda de si el sol saldrá le queda en frente, el cielo lleno de humo, negruzco azulado del sur lleno de diamantes y uno que otro sueño vuelto estrella le da el espacio al recuerdo de su padre que cada vez que dudaba sobre el despertar de la mañana le decía: "el sol vendrá en la mañana.. ojalá", palabras que la calmaban y llenaban de esperanza palabras que ahora hacían eco en el alcohol que regia sobre su cuerpo que ahora se perdía separada de la mano amiga que del hotel le había invitado a caminar en busca de un nuevo valor para este año, la cabeza se giraba sola, se quería desprender, el piso en frente y alguien la ayudaba a incorporar, incorporarse para volver a recostarse con un aroma nuevo.

Alabastro, Rauli, Mármol, Oregón, aroma a lavanda, miel, madera seca y carbón, la cama disuelta mezclándose las sabanas en su piel, todavía retumbando las luces, fuegos de artificio en su cabeza, sacudiendo sus cabellos y cegando su mirada, arena en los pies y en las manos, el desnudo cuerpo cercano, la espera y la bienvenida del nuevo año con nuevos olores, sabores y sentimientos.

sábado, enero 1

Enunciado de Clausius

"No es posible ningún proceso cuyo único resultado sea la extracción de calor de un recipiente a una cierta temperatura y la absorción de una cantidad igual de calor por un recipiente a temperatura más elevada"

Respondía al nombre de David, vestía una chaqueta de mezclilla deshilachada, mal trecha de tanto uso, no era parte del uniforme del liceo, pero parte de su uniforme, aun en el trabajo de verano, aun en la universidad, seguía usándola a diario, porque era la favorita de ella, tenia su olor, el olor de cada tarde, de cada noche que se la prestaba porque a ella se le había olvidado la suya en casa, esa era la excusa que daba, ya que cada día quería tener su olor, cada mañana quería estar abrazado a ella y no al frío del tiempo, no al paso del día que venia atropellándose desde la madrugada [...y ella no dejaba de reír] vomitándose encima de las sabanas blancas limpias que cubrían sus sueños y poco, muy poco abrigaban su piel. Retardado subía las escaleras preguntadose el porque de las mil llamadas perdidas en su celular, nunca ella [... y ella no dejaba de temblar] tenia dinero para llamarlo y siempre desde el primer día que gastaron sus alientos al unisono, él era el que terminaba dándole sustento. Sustento, ese era el concepto intachable, la razón de su relación tan sencillamente insana que poco a poco iban manteniendo, agonizante entre sus manos el [... y ella no dejaba de llorar] "amor" que mantenían. Ya no eran niños, hacía mucho que la hora de madurar les había llegado, no era el típico proceso de las responsabilidades que se abalanzan sobre los sueños convertidos en monotonía, si no que la sumisión a deberes y lugares les toco la puerta durante el ultimo verano, dando paso [... y ella no dejaba de cortarse] a un nuevo horizonte predispuesto, ya caminado en sus ojos y en el de los demás, que llegando atrasado a la primera cita les invito a tomar invierno, un poco de distancia, quizás unas dulces soledades y una taza de buen té.

Se abalanzaba sobre cada escalón esperando que su torpe pie tocara la base firme y que subiera uno a uno, cada vez estaba más cerca del departamento, cada vez, cada día que recorrió esos [... y ella no dejaba de sangrar] escalones, los 1045 pasos desde la puerta del edificio a la puerta de la casa de ella se apresuraban en su mente y le tomaban la chaqueta, la volvían más pesada, más calurosa, la temperatura que ella había dejado en la mezclilla escapaba a su cuerpo impulsando sus piernas a correr, golpe seco, la puerta azotada contra el muro dejaba una marca roja, la música era el único silencio del hogar lo demás eran los ruidos espantosos de la ausencia de vida, la pieza iluminada de locuras, el puño de él cerrado, el frió entraba y ella no dejaba de morir.