lunes, diciembre 6

Duda Envenena Las venas

Viernes con sabor a viernes, el sabor del descanso pospuesto, pateado a través de los demás días ahorrados de cansancio, y sueños gastados en estudios de él, de ella misma e incluso una que otra vez el estudio profano del "nosotros".

Sabor amargo al fondo de la boca, cigarrillos al principio del gusto, el beso y la lengua, cigarros baratos que intoxican su sangre, la consumen. Esa droga, droga barata como el Amor, es Amor lo que va en las venas y pudre, envenena sus pulmones, su dependencia más marcada, Amor perfume de rosas rojas, chocolates, tardes de parques y sol de laguna, olor a Amor desesperado, sabor de labios que seca la garganta, ahoga a la bella muchacha piel de flores amarillas, ausente de mirada, que fuma mintiéndose, engañando a sus pulmones para que crean que la nicotina es la que los enferma y no un insostenible Amor de flores lo que le quita el aliento, la enferma y sana, sublime gesto perdido tras los ojos llenos de alegrías y muertos en tristeza palpitante atrás de ellos. Duda-pendiente, con añoranzas de visión, ya cansada de estar ciega por el veneno, dulce veneno vino añejo que embriagada la tiene, envenenada, posesa de si misma, cegada.

Se implanto el corazón en su pecho, gestándose ya esta, hambriento grita desanimado, ahogado por el puño agobiado de su carcelera, que lo encierra, sesga sus alas purpureas con aroma a vuelo y sueño, con aroma a esperanza fría suspirante, con Amor al fin.

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