viernes, marzo 25

Punto Seguido 1

No sabía su nombre y no quería saberlo, buscaba perdidos y no dejaba de caminar, veía su rostro en cada nube y todos los cielos que la acompañaban. Tenía el descaro de gritar ese nombre ausente, vagamente perdido entre búsquedas, basto de dudas y vacío de pasos, las zapatillas gastadas tenían el brillo de los zapatos exitosos, esa chaqueta con olor a noche, no olía mejor que el traje de glorias que llevan los guerreros innecesarios, luces en la corona, todo el basto vacío iluminado con la canción de ese nombre, ojala mordido en la lengua, ojala cayado, pero pese a todo los intentos graciosos de búsqueda, el nombre permanecía ignorado, bailaba en la sombra de su registro vocal, en las danzas maravillosas que sus brazos/ramas llenas de hojas secas hacían cuando navegaban el viento, delante, sometiendo su mirada y la de los demás, bañando con su aroma todas las demás hojas, dejándolas secas de conocimiento, nombrándolas y escondiendo su nombre entre los demás. Perdidas pistas entre sonambulismos, andares perdidos, perdido el encontrado, encontrando su nombre, todas los posibles fueron gritados, todas las hojas fueron llevadas y escondidas a los ojos, como por placer crepuscular, el nombre de luna, las estrellas anheladas, fue dicho y cayo el cielo, giraron descontroladas todos los suelos, se hizo viento, se formo polvo y murió el perdido, dándole paso al "dejar de ignorar".....esas letras sagradas se fueron sucediendo, anhelando a medida que se formaba un baile.

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