viernes, noviembre 5

Nada


Nada que hacer en casa, salí a caminar por la gran concepción un día sábado por la mañana buscando nada, de verdad buscaba la nada porque lo primero que hice al salir fue caminar en busca de algo, algo que no sabia lo que era y que estaba seguro no encontraría, más aun eso quería, como no sabia lo que buscaba y tenia miedo de preguntármelo, tras recorrer una buena distancia decidí que buscaba nada y que trataría de encontrarlo antes de que el sol se ocultara o que me llamaran. No tenia tanta disposición de encontrar nada como creí al salir de mi casa. Como a eso de las 1 y algo me encontré en medio de un puente buscando en el grisáceo reflejo de las aguas mi nada, no se bien cuanto tiempo estuve ahí pero creo que amanecí 3 veces, no sabría como salir, ni como hacerlo para nadar en tan inhóspito lugar así que las posibilidades de saltar eran nulas, buscaba un cigarro en mis bolsillos pero no eran los bolsillos de cigarros, este pantalón no era el mismo que creí ponerme en la mañana, en esa mañana que decide salir a buscar nada, horas pasaban y yo sin hacer nada, como en mi casa pero con más luz, como en mi casa pero con más años sobre mis espaldas, terminaba el sábado cuando empece a caminar, cuesta arriba, cuesta abajo, pucha que cuesta. Lo sabía bien sabia que era un sábado de amigos abandonado, era un día que se camina solo pero acompañado por no caminar acompañado pero solo, para eso estaban los miércoles y quizás uno que otro domingo especial. Casas llenas, habitaciones vacías, una casa chica en la esquina, 2 grandes en frente, una casa en llamas y otra ahogándose. Me gustaba ver los patios que se asemejaban a bosques infinitos cercados, me gustaba ver la gente que corría, comía, dormía, cantaba, a veces soñaba, rezaba por fe o por deber, la gente que se creía segura en un sillón fortificado, con muros de tv y torres de libros, la gente que se incendiaba algunas veces sobres las alfombras que luego teñían con si mismos, me gustaba ver el yo que ellos veían mientras me reflejaba en sus ventanas, me gustaba tratar de imaginar que pensaban de mi, no por vanidad si no por tratar de ser el yo que ellos querían ver en mi cuerpo, pero este sábado no me gusto, este sábado buscaba la nada que siempre encontraba en mi hogar, el hogar que por nada deje para buscar la nada y que por nada volví a encontrarme con mi nada, que no encuentro ni logro descubrir, que se me escapa y nada puedo hacer, que huye y nada hago para que vuelva, y ahora sin más tengo que correr por ella, en busca de ella, corro por nada buscando nada y la nada que esta en todas partes no me sirve, su nada puede ser mi nada pero eso nada seria.

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